miércoles, 28 de mayo de 2014

La pubertad en los Hombres


 La pubertad en los hombres se inicia con la primera eyaculación, la cual ocurre aproximadamente entre los 12 y 16 años de edad; es la edad típica los 14 años. La eyaculación es un líquido cremoso que sale por el pene del varón por el mismo conducto por el que orina. En este líquido viven los espermatozoides. En esta época aumenta fuertemente la testosterona, una hormona que produce el cambio de voz, la barba, el vello púbico, y el cuerpo "masculino" del varón. 

La testosterona, además, influye en el estado de humor del adolescente. Existen dos ciclos de testosterona: uno de 24-48 horas y otro de aproximadamente 5 semanas. Estos ciclos determinan el humor del varón y su interés sexual. Diariamente hay un pico de testosterona en la madrugada (que causa los "sueños húmedos" y los sueños eróticos) y un pico a mitad del ciclo de cinco semanas el cual no se puede determinar físicamente (a no ser que se hagan exámenes hormonales) pero se infiere indirectamente por un mayor nivel de actividad, entusiasmo, energía, sociabilidad, y sensualidad. 
La eyaculación significa que sus testículos son capaces de producir espermatozoides que pueden fecundar los óvulos femeninos. Esta nueva capacidad reproductiva debe ser recalcada por los padres para que los jóvenes comprendan la importancia que tiene la eyaculación en sus vidas. El énfasis en el potencial reproductivo ayuda a los varones a desarrollar un concepto de paternidad más responsable y compartida con la mujer, aspectos que, desafortunadamente, no son cultivados por la sociedad en la que vivimos. 
Durante la pubertad, la conducta masturbatoria incrementa fuertemente en los varones. Aproximadamente 90% de los adolescentes se masturba entre dos y tres veces por semana. Muchos jóvenes experimentan su primera eyaculación consciente en el proceso de la masturbación y se asustan cuando ven el líquido cremoso que surge con el orgasmo. Como la conducta masturbatoria les causa ansiedad y vergüenza, suelen no contar a nadie sobre su experiencia, la cual comprenden únicamente años después (algunos se quedan con esta ansiedad el resto de sus vidas). 
Algunos jóvenes se quedan con la idea de que el semen es pus y que tienen una enfermedad venérea causada por "su mala conducta". Así es como la falta de conocimientos sobre su cuerpo produce en los varones altísimos sentimientos de miedo, culpa, y ansiedad.
Durante la adolescencia, la eyaculación también suele ocurrir casi diariamente durante la noche ("sueños húmedos"). Debido a la falta de educación sexual, muchos creen que se han orinado, lo cual les avergüenza tanto que no quieren compartir esa ansiedad con sus padres. Es realmente penoso que la falta de educación sexual influya directamente sobre la falta de comunicación entre padres e hijos. 
Es curioso que, en contraste con las mujeres, quienes en su mayoría están informadas antes de que ocurra su primera menstruación, la mayor parte de los jóvenes no tienen idea de lo que es ni significa su primera eyaculación. Así resulta que, los varones experimentan durante la pubertad mayores sentimientos de culpa, tienen menor información sexual, y menor comunicación con sus padres sobre aspectos de la sexualidad que las mujeres.
La curiosidad y el alto nivel de sensualidad que aparece en la adolescencia suele, en ocasiones, manifestarse hacia amigos del mismo sexo. 
Aproximadamente el 10% de los varones tiene experiencias homosexuales durante la adolescencia. Esta conducta es en gran parte producto de la curiosidad y del alto nivel de sensualidad unido a una gran timidez frente al sexo opuesto y no pronostica una inclinación homosexual en la edad adulta.
La adolescencia de los varones se caracteriza por un interés fuerte por el sexo opuesto, el cual suele estar más centralizado en el aspecto físico-sexual que en lo afectivo. Por la cultura machista en la que vivimos, los varones sienten presión de parte de sus compañeros y aún de sus padres a tener experiencia sexual. Por esto no debería sorprendernos que, antes de los 17 años, la mayoría de los jóvenes en nuestra sociedad ya han tenido relaciones sexuales. Un tercio de los jóvenes tienen su primera experiencia sexual con prostitutas, otro tercio con lo que ellos denominan "chicas fáciles" y otro tercio con su enamorada. 
Desafortunadamente, esta precocidad sexual no va acompañada con una educación sexual coherente, por lo que no saben cuidarse de enfermedades venéreas y de la concepción. Aunque el papel de los padres en la educación sexual de sus hijos varones es sumamente importante, resulta ser casi inexistente. A esta edad, las mujeres suelen haber reflexionado más sobre su sexualidad y las consecuencias de la misma que los hombres.


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